Antes de iniciar un viaje, realiza una revisión de los elementos principales, ya que la temperatura alta aumenta el riesgo de sufrir una avería.
Es necesario poner a punto el sistema de ventilación o climatización del vehículo. En tu revisión previa a la temporada estival, no olvides este punto. Recuerda también cambiar los filtros cada dos años o 15.000 km. para garantizar la calidad del aire.
Si vas a conducir, es importante iniciar el viaje descansado y sin haber consumido medicamentos, drogas o alcohol las horas previas. Evita también las comidas abundantes.
Intenta no cargar demasiado el vehículo, sobre todo el habitáculo. Esto permitirá que los pasajeros viajen con menos sensación de agobio.
Realiza paradas cada dos horas y aparca el vehículo en una sombra. Ese descanso es un momento idóneo de hidratarte con agua o refrescos.
Evita viajar en las horas de más calor. Lo recomendable es hacerlo a primera hora de la mañana o a última de la tarde, pero siempre con luz diurna.
Evita fumar dentro del coche. Los compuestos químicos del tabaco aumentan la sensación de cansancio y, por supuesto, son nocivos para ti y tus acompañantes.
Utiliza prendas de vestir ligeras y gafas de sol.
Si tu vehículo dispone de climatizador, intenta mantener la temperatura del habitáculo entre 19 y 24 grados y procura que las salidas de aire no apunten directamente al pecho o a la cara de los ocupantes.
Si viajas en moto, utiliza prendas especiales para el verano y un casco ventilado.